¿Sabíais que no siempre la halitosis, o el mal aliento, tienen un origen bucal? Aunque la Fundación Dental Española estima que en torno a un 60% de los casos provienen de problemas bucales, también tenemos un 20% que se deben a problemas respiratorios o digestivos; y otro 20% corresponde a personas que creen que tienen ese trastorno debido a tener la boca seca o a tener estrés o ansiedad.
Las causas, por lo tanto, son variadas: problemas dentales, una higiene deficiente, problemas digestivos, cierto tipo de alimentos que consumimos que provocan mucho olor (por ejemplo la cebolla, el ajo, etc) o incluso las personas que fuman mucho.
Ahora bien, ¿cómo podemos combatirlo?
Cepíllate por lo menos tres veces al día, utiliza hilo dental y, a ser posible también incorpora en tu higiene diaria un irrigador.
Limpia muy bien siempre la lengua, en ella se acumulan muchas más bacterias de las que pensamos.
Hidrátate mucho, así evitas la sequedad bucal y previenes este mal olor.
¡NO FUMES!
Cuida lo que comes, muchos de los problemas digestivos se derivan de la cantidad de alimentos no recomendables que ingerimos.
Acude regularmente a tu dentista, así podréis tener la higiene controlada y evitar problemas mayores.
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