Con la llegada de un primer hijo son múltiples las dudas que nos surgen de forma inevitable. Una de las más comunes es, ¿a partir de cuándo es importante llevar a mi hijo al dentista? ¿cómo tengo que cepillarle los dientes?
Pues bien, es recomendable empezar a llevarlos al dentista a partir del primer año de vida o cuando empiecen a salirle las piezas dentales. Esto simplemente a modo preventivo o de control pero, sobretodo, para que se vayan adaptando a ese nuevo entorno que en un primer momento suele asustar. Realmente es importante que con 3-4 años ya lo asocien y se puedan empezar a establecer citas con una cierta regularidad, para que los odontólogos puedan seguir una evolución desde el minuto cero de la vida de sus dientes.
Además de esto, llevar una buena higiene en casa es crucial para dicho desarrollo, teniendo en cuenta lo siguiente:
- Se deben mantener las encías de los bebés limpias, siempre masajeándolas con una gasa húmeda
- Intentar prolongar el uso del chupete y compartir cubiertos que puedan hacer que se intercambien bacterias.
- Cuando le salgan los primeros dientes, empezar con los cepillados, siempre con una pasta fluorada (muy poca cantidad, como un grano de arroz)
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